Los Ironman Mendocinos en Hawai- NOTA N°2 por Mario Delpodio
Presentaremos notas, cortas y continuadas que pretenden ser un aporte para los mendocinos que forman parte de la Patria del Triatlón. La difusión del deporte de las tres disciplinas en nuestra provincia ha crecido, felizmente, en forma llamativa y muchos triatletas han optado por las competencias de largas distancias. Un artículo aparecido en el Diario Los Andes, Más Deportes, el sábado 20 de mayo fue el disparador que generó esta inquietud.
Si escribimos sobre la “Patria del Triatlón”, Hawai es una de sus capitales en el mundo. En la historia del Triatlón Mendocino son dos los representantes de nuestra provincia que inscribieron, hasta el presente, su nombre en la nómina de los “elegidos”. El pionero fue Raúl “Turco” Lemir y el heredero, el alvearense Gustavo Pérez.
(Nota: Recordamos que esta serie de notas fueron incentivadas por dos notas de Mauricio Videla publicadas en Diario Los Andes- Hacé click aquí para verlas: NOTA 1 - NOTA 2)
“El loco cervecero…”
Pertenece al círculo de los “locos lindos”, los que hacen lo duro y hasta dramático, divertido. En la primera edición del Ironman de Hawai se presentó en la previa a la largada disfrazado de Superman. Cuando punteaba la prueba, John Dunbar US Navy Seal, se quedó sin agua durante el maratón y consiguió terminar segundo a base de un nuevo combustible: la cerveza. Completo el recorrido en 12:20:27 a 33 minutos y medio del ganador Gordon Haller.
En la segunda edición de 1979 volvió a participar y se convirtió en el “maldito segundón”, ocupó el segundo lugar detrás de Tom Warren, de San Diego, de 35 años que ganó la prueba mejorando en media hora el tiempo de la edición anterior.
“Un tipo con un traje de Superman fue uno de los competidores…” menciona Barry McDermott en su famosa crónica de la revista Sport Illustrated, de nuevo John estuvo haciendo de las suyas.
“Corazón de león…”
En su segunda edición la prueba había interesado a 50 competidores que comprometieron su participación. El sábado de la cita amaneció complicado, las malas condiciones del tiempo, pospusieron el evento para el día siguiente. Del número inicial de inscriptos largaron sólo 15 triatletas, entre ellos Lyn Lemaire que se había destacado como ciclista en el campeonato de Boston, sería la primera” Ironworman. Por las condiciones climáticas la natación se desplazó a aguas más protegidas cerca de Ala Moana Park.
En noviembre del 78, apenas tres meses antes de la carrera Ironman ‘79, Warren –el ganador de la competencia- viajó a Honolulu en una misión de reconocimiento. A mitad de camino del circuito del maratón, Warren se detuvo en un restaurante para comer. Fuera del restaurante, los hawaianos nativos vendían figuras de madera talladas.
En esa ocasión, recuerda Warren: “Vi un león, que era alrededor de 3 y medio pies de altura”. Y me dije: “Si gano la carrera, me voy a comprar ese león”… “Durante toda la carrera, en lo único que podía pensar era ganarla para poder comprarme el león “. Tom Warren ganó la carrera y se compró el león. Se convirtió en un asiduo participante de las ediciones posteriores.
“El viejo zorro de nuevo…”
La poca cantidad de participante hizo pensar a Collins en organizar una prueba de relevos en lugar de la individual. En la isla se jugaba un torneo local de golf con la presencia de Barry McDermott un periodista de la revista Sports Illustrated, esta circunstancia determinó que Collins pensara que la coincidencia del evento podía promocionar en el futuro su triatlón. Barry se encontró con el Ironman y quedó fascinado escribiendo 10 páginas sobre la carrera. La nota difundió la competencia y la suerte cambió para siempre.
La crónica de Barry McDermott describía en una de su parte la competencia de la siguiente manera: “Esa mañana 15 personas, entre ellas una mujer, habían hecho caso omiso de los límites de la cordura y comenzaron el desafío. Fue un domingo de enero, la época de las tormentas de Honolulu y uno de los peores períodos de tiempo en los últimos años. En seis días, cinco pies de lluvia habían caído en la
cercana isla grande de Hawaii. Ahora las aguas de Waikiki hierven y se presentan espumosas, agitadas por los vientos de 40 millas por hora. Un oficial de la marina de guerra de dos décadas de experiencia de navegación marítima no podía conseguir que su barco saliera del puerto. Eso significaba que habría un solo barco de rescate en los mares agitados durante la natación. Los competidores se presentaron sin inmutarse. Esta era la manera elegida para demostrar su dureza… De ellos sólo 15 se arremolinaban en la oscuridad de la mañana. El cielo estaba negro y el viento doblaba las palmeras…”.
“Lemir el pionero y adelantado…”
En 1993, la temporada europea de Raúl Lemir comenzó en España – Lugo y Santander- como paso previo al Campeonato Mundial que se disputó en Inglaterra. El 22 de agosto la cita fue en Manchester, carrera ganada por Spencer Smith y donde el “Turco” se ubicó entre los 60 primeros clasificados. Una semana después buscó su clasificación para Hawai en el Triatlón de Chicago, Estados Unidos, de distancia olímpica, donde había 28 plazas para 3923 aspirantes. En esa oportunidad Raúl logró el 19º puesto en la clasificación general - tercero en su categoría de 25 a 29 años- y se le abrieron las puertas del Ironman de Hawai.
El “Turco” se propuso tres objetivos previos a la mítica carrera: el primero era clasificar para poder participar -lo logró en Chicago-, el segundo era terminar el Ironman y el tercero hacerlo sin caminar en el tramo pedestre. Este es el relato de su experiencia en Hawai: “Largamos a las 7 de la mañana, en Kailua Kona, en la isla grande de Hawai. La natación fue mi mejor parcial, con 51’09’’. Sabía que eran los únicos momentos en que podría estar mezclado con los mejores. Salí del agua más o menos en el puesto 30º de la general. Subí a la bicicleta temiendo a los 180 km y el estado en que terminaría el tramo. El ritmo se hizo violento, me arrastró y necesité media hora menos que lo previsto. Pero bajé bien tras pedalear 5h 17’ 08’’.
Cuando salí a trotar llevaba acumulado 6h 08’ de carrera. Durante los primeros 20 kilómetros pasé a muchos, pero después comencé a pagar el costo de lo hecho en ciclismo. Tuve problemas de piernas y por momentos caminé. Se trataba de terminar… Concluí el parcial en 3hs 44’20’’, bien físicamente, sólo se me levantaron dos uñas de los pies y quedé algo dolorido. En definitiva, tras luchar 9hs 52’37’’, me clasifiqué 245º en la general y 62º en mi categoría.
Hawai es sumamente duro, pero invita a regresar. Ganó por quinta vez el norteamericano Mark Allen, con récord de 8hs 07’42’’. Tiene 34 años y es impresionante verlo andar en cualquiera de las tres especialidades por su concentración, físico y dominio de las distancias. Es un superatleta, realmente. De él hasta las 9 horas sólo entran alrededor de 30 competidores.
El escenario está perfectamente organizado. Al finalizar disponía de un sector de masajes. Me duché y, como es tradición, esperamos la llegada de los últimos participantes. El cierre se produce a las 24 horas. Quedé satisfecho porque hasta ese día el mejor tiempo entre los argentinos pertenecía a Rodríguez con 10hs 26’ y extraoficialmente a Mario Rubín con 10hs 21’, cuando fue descalificado.
Mi alimentación durante la carrera fue mucho líquido, manzanas, pasas de uva y nutrimentos carbohidratados, de asimilación rápida. Un gran agradecimiento a Regatas y a mi compañero Claudio Capezzone”.
“Gustavo Julio Pérez: objetivo cumplido…”
El 11 de octubre de 2014 se realizó “36º Campeonato Mundial Ironman de Hawai”, se trata en realidad del 36º Aniversario de la competencia que computa 38º ediciones- un tema para aclarar en otra oportunidad- . Gustavo debutó como Ironman mundialista y completó el Ironman de Hawaii ocupando el puesto 121º en su categoría, la ubicación 809º en la clasificación general de los varones y el lugar 908º en la clasificación general incluyendo ambos sexos. El tiempo empleado fue de 10:55:00 con parciales de 01:24:22 en natación, 05:59:59 en ciclismo y 03:15:47 en pedestrismo.
Sus primeras palabras publicadas en Facebook fueron de alegría, emoción, sufrimiento, pasión y agradecimiento.
“Alegría, emoción, dolor, sufrimiento, entrega, pasión y un sin numero de sensaciones pasaron por mi cuerpo y mente durante las 10 horas y 55 minutos que demandaron los 226 km del Ironman World Championship Kona 2014, una competencia tan dura como emotiva, así es Hawai, te pone a prueba al límite. Quiero compartir éste logro con mi familia, que son el sustento diario para que yo pueda hacer esto, mis amigos y compañeros del Team Olimpico quienes me apoyan a diario en los entrenamientos o con alguna palabra de aliento: ¡Fuerza…! ¡Vamos…! mis amigos del sur que siempre están alentándome, a Felipe Marino y su familia que me ceden sus instalaciones para entrenar la natación, y a todas aquellas personas que de una u otra manera me han brindado su apoyo para llevar adelante éste gran desafío. Dedico éste Ironman a mi querido hermano Cristian quien estuvo acompañándome durante toda la competencia. Hoy martes 12 de octubre estoy muy bien, mateando e intercambiando vivencias de la competencia con mis compañeros de estadía. Todos los argentinos terminamos la carrera. Les mando un gran abrazo desde Kailua Kona. Hasta pronto.”
La historia no está relatada en su totalidad porque en el Ironman de Sudáfrica, realizado del 2 de abril de 2017, clasificó para participar por segunda vez en Hawai Un logro muy difícil de mejorar. La meta lo espera en Kona en octubre y seguro que se transforma en la línea de largada de otra meta mundialista.